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8 de septiembre de 2011

Convertimos de un juego una forma de vida.

Que fue entonces cuando nos creímos de todo menos responsables que teníamos el mundo bajo nuestros pies, pensábamos que podíamos hacer lo que quisiésemos con nuestra vida y con la de los demás, que, que que que coño ¿Que somos solo unos niños? Pues vale, da igual, no lo hacemos para ser mejor que este o mejor que el otro, no que va ni mucho menos, es porque estábamos hasta las putas narices de nuestra vida, que no nos importa nadie y a la vez todo que ya da igual los minutos que llegues tarde, los grados del alcohol o lo que lleguen a pesar los besos. Que la vida son tres días y ya vas por el segundo.

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